“ANÁLISIS DE LA LEGISLACIÓN AMBIENTAL EN MATERIA DE RESIDUOS PELIGROSOS EN MÉXICO”.

En el mundo globalizado que nos toca vivir, la producción y el consumo de los productos que satisfacen nuestras necesidades aumentan a ritmos acelerados. Sin embargo muy pocos nos detenemos a reflexionar que en este proceso se genera una gran cantidad de residuos que pueden llegar a ser por su volumen o por sus características, sumamente riesgosos. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha estimado que en nuestro país se generan entre 31 y 39 mil millones de toneladas de residuos sólidos urbanos, lo que nos coloca en el deshonroso sexto lugar a nivel mundial. Cabe señalar que del total de los residuos generados solo un 50% recibe tratamiento por ello no es de extrañar que se reporte la existencia de miles de sitios donde estos se depositan inadecuadamente. Además la parte que si recibe un manejo adecuado no está libre de problemas. El tonelaje de las instalaciones disminuye a medida que éstas alcanzan el máximo de su capacidad. Actualmente se tiene la capacidad para disponer 49,351 millones de toneladas, sin embargo, el crecimiento poblacional, aunado al incremento en la generación de los residuos previsibles que en el muy corto plazo se agudicen los problemas no solo de disposición de salud pública y de contaminación excesiva de suelos, cuerpos de agua y aire. Al igual que en el caso de los residuos sólidos urbanos, el manejo de los residuos presenta un serio problema, pues por una parte el límite entre lo que es y no es peligroso es tan sutil que algunos expertos han llegado a afirmar que su clasificación es hecha con fines puramente administrativos. Por otra parte su mismo tratamiento y disposición final resultan complejos, toda vez que la infraestructura no es la adecuada. Esto propicia que su disposición final se realice en sitios no aptos y pone en serio riesgo al medio ambiente y a la salud humana. Así pues en éste trabajo, en un capítulo especial se dan a conocer diversas definiciones de los residuos peligrosos de los residuos peligrosos y criterios que los clasifican, tanto desde el punto de vista doctrinal, como la definición legal, así también se hace la distinción entre residuos peligrosos, de baja peligrosidad y residuos municipales. El mal manejo de residuos peligrosos significa un problema tanto ambiental como de salud, debido a que las industrias de producción de bienes cuentan con tecnología muy precaria y malas técnicas o descuido de manejo, así como también las industrias y empresas de prestación de servicios entre las cuales están las unidades médicas manejan inadecuadamente sus residuos. 3 La contaminación causada por residuos peligrosos es el resultado del desfase en el consumo de energía y explotación de mano de obra y de materias primas bajo un esquema de desperdicio, donde se da poco valor a los recursos naturales. En el capítulo relativo a la problemática ambiental provocada por residuos peligrosos, se dan a conocer las causas que dan lugar a la contaminación ambiental, y las formas en que se impiden u obstaculizan las acciones gubernamentales para evitar tales actos aberrantes, como lo es la politización de los problemas ambientales, el menosprecio a los valores estético y de sustento, dándole más valor económico para la explotación de los recursos naturales, existiendo a la vez deficientes acciones gubernamentales. En el mismo trabajo se dan a conocer los mecanismos y vías en que los residuos peligrosos o sus componentes afectan los sistemas abióticos y la salud humana. Los residuos peligrosos pueden causar efectos adversos en el aire, a través de fenómenos físicos, como el arrastre, la evaporación del agua, y fenómenos químicos, como explosiones, incendios, entre otros. Los suelos que están en contacto con residuos peligrosos se contaminan o erosionan, lo cuál es motivo por el que el almacenamiento y la disposición final son regulados jurídicamente para disminuir los efectos adversos causados. Los residuos peligrosos al ser vertidos en el agua, alteran la composición química de ésta, lo cuál puede provocar intoxicación, infección o muerte de los organismos acuáticos y del hombre si éste los ingiere o ingiere agua. La Legislación Ambiental ha dotado a la Administración Pública de facultades sumamente amplias, sin embargo no basta que los actos de aplicación de la Ley sean correctos en la esfera de la legalidad, además deberán considerar sus efectos en la esfera ambiental, es decir la mentalidad legalista tiene que coincidir con el espíritu ambientalista. Se tienen que respetar las restricciones legales, en otras palabras, no todas las acciones que uno puede imaginar para preservar el ambiente están permitidas jurídicamente. Una revisión de los resultados de las visitas de inspección en los últimos años, da una idea bastante clara de las tendencias generales del cumplimiento e incumplimiento de la Ley por parte de las fuentes generadoras de residuos peligrosos